Citi Bancosueldo
La Masacre Digital de $20 Millones
No fue negligencia del inversionista, sino fallo del banco. Michael Zidell perdió \(20 millones en cripto por una estafa clásica 'pig butchering' que comenzó con una supuesta oferta de NFT en Facebook. La presunta estafadora, Carolyn Parker, era una farsa. Pero lo más grave: casi \)4 millones pasaron por cuentas de Citigroup bajo la empresa fantasma Guju Inc.
Y Citi no hizo nada.
¿Dónde estaba el vigilante?
Hablemos de señales rojas: 43 transacciones grandes y redondas, todas hacia cuentas vinculadas a entidades offshore sin actividad real. No es extraño: es comportamiento típico de lavado de dinero.
Según la demanda presentada en la Corte Federal de Manhattan, Citi incumplió sus obligaciones contra el blanqueo (AML). Sin alertas, sin investigaciones. Ni siquiera cuando OpenrarityPro—la plataforma falsa—desapareció como si nunca hubiera existido.
Esto no es paranoía. Es negligencia.
¿Por qué los bancos pierden la guerra contra el fraude cripto?
Trabajé cinco años en una fintech neoyorquina asesorando cumplimiento con la SEC. He visto cómo las instituciones tradicionales tratan las activos digitales como un detalle secundario. Sus sistemas AML están diseñados para contrabando en 1995, no para redes modernas que explotan la confianza en redes sociales.
Los bancos tienen datos mejores que nadie… pero actúan lento por temor al riesgo y departamentos aislados.
Mi opinión fría: si tu banco no detecta $4 millones moviéndose a una cuenta corporativa inactiva en un mes… no estás seguro frente a fraudes cripto—even siendo rico e informado.
¿Es DeFi realmente más seguro?
Aquí viene lo irónico: mientras los bancos fallan, los protocolos DeFi son más transparentes. Cada transacción es rastreable en cadena mediante herramientas como Etherscan o Chainalysis.
Sí, debes tener cuidado… pero al menos no hay entidades centralizadas ocultándose tras ‘protocolos de cumplimiento’ mientras ignoran señales claras.
No digo que vayas todo a DeFi hoy… pero esta demanda debe despertar conciencia: tu banco puede ser parte del problema.
El costo real no es solo financiero — es confianza
El daño real no son solo los $20 millones perdidos… es la pérdida de fe en instituciones financieras que nos enseñaron a confiar ciegamente. Si Citi ignora patrones evidentes de fraude en cientos de transferencias, ¿qué evita que pase algo peor? Necesitamos monitoreo inteligente—no solo formularios rellenados por analistas aburridos en oficinas subterráneas. Quiero dejar claro: no soy anti-banco. Pero sí soy pro-responsabilidad—and este caso prueba que necesitamos cambio sistémico antes de que otro inversor sea daño colateral en una historia digital fantasma.
